EL AÑO QUE TRAFIQUÉ CON MUJERES

EL AÑO QUE TRAFIQUÉ CON MUJERES

$16.691
IVA incluido
Sujeto Disponibilidad de Proveedor
Editorial:
(5) BOOKET
Año de edición:
Temática
Sociologia y antropologia
ISBN:
978-84-8460-469-3
Páginas:
448
Encuadernación:
Rústica
Idioma:
Castellano
Peso:
202
Dimensiones:
190x125
$16.691
IVA incluido
Sujeto Disponibilidad de Proveedor

«Siento vértigo, asco, impotencia, rabia, frustración. Por un momento, se me va la cabeza y le deseo a Loveth todas las enfermedadesvenéreas existentes para que al menos pueda contagiar a los hijos deputa capaces de acostarse con una niña de dieciséis años por 30 eurosen la Casa de Campo y disfrutar así de una sutil forma de venganza.Aquella fue mi primera tormenta mental. A partir de esa noche, y amedida que profundizaba en las mafias de la prostitución, toda mipersonalidad y mi espíritu serían vapuleados una y otra vez, hastapervertirse y convertirme en un individuo resentido y furioso.Estúpido de mí, en ese momento no podía ni imaginar que, menos de unaño después, yo mismo sería capaz de negociar la compra de niñasindígenas de trece años para subastar su virginidad en mis supuestosprostíbulos españoles.»Sí, Antonio Salas tuvo la sangre fría desentarse a regatear por esas niñas, tragándose la impotencia y lacólera ante el hecho de que en la España del siglo XXI sea posiblecomprar y vender personas para explotarlas sexualmente. Pero queríademostrarlo.Durante un año, el autor de Diario de un skin se ha hechopasar por traficante de mujeres en busca de pistas para armar elinmenso rompecabezas que descubre este libro: el del sórdido ymiserable mercado del sexo.

«Siento vértigo, asco, impotencia, rabia, frustración. Por un momento, se me va la cabeza y le deseo a Loveth todas las enfermedadesvenéreas existentes para que al menos pueda contagiar a los hijos deputa capaces de acostarse con una niña de dieciséis años por 30 eurosen la Casa de Campo y disfrutar así de una sutil forma de venganza.Aquella fue mi primera tormenta mental. A partir de esa noche, y amedida que profundizaba en las mafias de la prostitución, toda mipersonalidad y mi espíritu serían vapuleados una y otra vez, hastapervertirse y convertirme en un individuo resentido y furioso.Estúpido de mí, en ese momento no podía ni imaginar que, menos de unaño después, yo mismo sería capaz de negociar la compra de niñasindígenas de trece años para subastar su virginidad en mis supuestosprostíbulos españoles.»Sí, Antonio Salas tuvo la sangre fría desentarse a regatear por esas niñas, tragándose la impotencia y lacólera ante el hecho de que en la España del siglo XXI sea posiblecomprar y vender personas para explotarlas sexualmente. Pero queríademostrarlo.Durante un año, el autor de Diario de un skin se ha hechopasar por traficante de mujeres en busca de pistas para armar elinmenso rompecabezas que descubre este libro: el del sórdido ymiserable mercado del sexo.

Otros libros del autor