Entre el alma humana y las mariposas existe un estrecho parentesco: lo que en unaes oscilación y ascenso en las otras es aleteo y color. Aristótelesfue el primero en acuñar la palabra psique para designar ese nexo, y,tras él, poetas y pintores representaron el alma alada, frágil einasible pero hermosa. Hoy es la fotografía la que documenta la vidade estos espléndidos insectos, cuya milagrosa existencia muestra a suvez cuán volátil y extraordinaria es la vida humana. Breves eintensos, los relatos que Mario Satz reúne en este bellísimo libro dan cuenta de las aventuras y desventuras de esas joyas aladas que handado lugar a tantos mitos, leyendas y fábulas dignos de serrecordados.