Si ´El alcalde de Zalamea´ se ha mantenido a lo largo de los sigloscomo la más popular comedia calderoniana, es, sin duda, porque suprotagonista, Pedro Crespo, encarna de modo formidable el sentimientodel honor como síntesis de la dignidad humana. Pero no bastaría eseúnico mérito para garantizar la universalidad de una obra que incideen un tema tópico, a fuerza de verosímil, en el Siglo de Oro español.Es el arte el que salva la comedia y la hace cada vez más viva. Elrigor de los conceptos, polarizados entre Razón y Naturaleza, seencarna en una estructura dramática de gran claridad y enorme riquezasimbólica. Edición de José María Ruano de la Haza.