Un piano, si no se toca, pierde tono, frescura y respuesta dinámica.Lo mismo que una señora.
Mariano D'Elia, melómano apasionado, heredó la profesión de su padre,pero más que pianos, lo que va a entonar son cuerpos. Sus visitas adomicilios, instituciones, hoteles o salas de espectáculo se vensiempre interrumpidas por la llamada de la carne, y él, que no estonto, se mostrará siempre dispuesto a afinar el instrumento.
Ignacio Noé, uno de los grandes ases del cómic erótico, nos brinda una sinfonía de lujuria y sexo explícito donde no falta el humor y todaslas fantasías se ven cumplidas.