Diario de viaje con un hombre especial es un acto de amor, un relatoautobiográfico de una singular relación entre la suscrita y JoséManuel Cencillo, para los amigos Jorge. Un viento de renacimiento ha movido nuestras vidas de personasmayores, ya acostumbradas a la idea de continuar su propia existenciasin el alma gemela al lado. Conocí a Jorge en 2018 cuando fui a ver a una amiga en Barcelona y élera su invitado. A lo largo de los días nos conocimos y nos dimos cuenta de queteníamos el mismo modo de concebir la vida, la cultura, la política... Poco después volví a Italia, pero dejé un trocito de corazón a esehombre misterioso. Luego él vino a visitarme a Italia y nuestra amistad se consolidó. Con el tiempo empezamos a vernos cada vez que estuviéramos libres decompromisos. Compartíamos la pasión por los viajes y la fotografía. Yo me deleitaba haciendo fotos con mi smartphone, mientras que él habíatrabajado en varios periódicos como fotógrafo. Visitamos muchos lugares maravillosos y redescubrimos las bellezas que nuestros países ofrecían. No perdimos ni un día, ni un minuto,vivíamos como si no hubiera mañana, como si todo pudiera de repentedesaparecer. El viaje, en ciertos momentos de la vida, se convierte también en lanecesidad de comprender quién eres y quién has sido. Reconciliarte con tu existencia es un acto catártico muy importante. Los lugares, laspersonas, los recuerdos se reavivan y te liberas de la pesada carga de los años que corren. Jorge hubiera querido tener un diario de a bordo de nuestrasexploraciones, pero no escribimos ni una palabra. Durante el últimoconfinamiento del 2020/21, aproveché la ocasión para recorrer haciaatrás buena parte de nuestras excursiones, ayudándome con el historial de las fotos. He realizado así una serie de breves relatos, deseandocompartir las emociones y la evolución de los eventos, para bien opara mal, para que se sintieran con nosotros en el camino.