Cuando Pedro Antonio de Alarcón marcha, en 1859, hacia África paracubrir con sus crónicas la contienda hispano-marroquí, el corresponsal de guerra hace su aparición en la historia del periodismo español.Alarcón, periodista y soldado, sería adscrito al gabinete de prensa de O`Donnell. Fue, pues, testigo de excepción y logró unir a laveracidad de lo transmitido la percepción estética del novelista.