Acaba de abrirse la veda y tú, incauto, has caído en la trampa. Ya nopuedes hacer
nada salvo armarte de sangre fría, protegerte contra el sarcasmo másácido y esperar: esto es Bogotá, una ciudad donde el oportunismo y laavaricia de una mujer hacen más estragos que la guerra misma. Ya noimporta que comiences a leer. No tienes esperanza.