DEONTOLOGÍA DE LA INSPECCIÓN EDUCATIVA

DEONTOLOGÍA DE LA INSPECCIÓN EDUCATIVA

$35.915
IVA incluido
Sujeto Disponibilidad de Proveedor
Editorial:
LA MURALLA
Año de edición:
ISBN:
978-84-7133-857-0
Encuadernación:
Rústica
Idioma:
Castellano
$35.915
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La extensa literatura científica de las últimas décadas no ha sidoespecialmente pródiga en aportaciones en torno a la reflexión sobre la actuación del inspector de educación desde un punto de vista ético ypráctico. En la exigua bibliografía sobre el asunto, de formaabrumadora dedicada a la deontología del docente, predomina la ópticagenérica y más bien de carácter abstracto.El texto pretende contribuir a llenar el insistente y pertinaz vacíosobre el específico código ético, la eticidad del inspector en supraxis más inmediata. Para ello, en primer lugar, se requiere delinear con precisión la necesidad de una deontología de la cotidianidadinspectora y, junto a ello, establecer una topografía que amojone elterreno sobre el que debe asentarse el proceder ético del inspector.Esta tarea tan lógica halla, sin embargo, dificultades no menores porla porosidad del propio concepto y función del inspector, vale decir,por la complicación de definir con precisión el sujeto inspector entoda su extensión, así como por la escasa determinación de algunastareas.La investigación delinea y bosqueja algunos de los esenciales valorestípicos del inspector en su praxis diaria. Así, el texto se detieneespecialmente en la prudencia y la equidad como ejes de la éticainspectora o en la colegialidad como paradigma de las distintasactuaciones. Con estas coordenadas se vislumbra el campo moral deactuación de la inspección como una suerte de burocracia con alma, ungesto que exige un singular plus moral, típico del trabajo supervisor.

La extensa literatura científica de las últimas décadas no ha sidoespecialmente pródiga en aportaciones en torno a la reflexión sobre la actuación del inspector de educación desde un punto de vista ético ypráctico. En la exigua bibliografía sobre el asunto, de formaabrumadora dedicada a la deontología del docente, predomina la ópticagenérica y más bien de carácter abstracto.El texto pretende contribuir a llenar el insistente y pertinaz vacíosobre el específico código ético, la eticidad del inspector en supraxis más inmediata. Para ello, en primer lugar, se requiere delinear con precisión la necesidad de una deontología de la cotidianidadinspectora y, junto a ello, establecer una topografía que amojone elterreno sobre el que debe asentarse el proceder ético del inspector.Esta tarea tan lógica halla, sin embargo, dificultades no menores porla porosidad del propio concepto y función del inspector, vale decir,por la complicación de definir con precisión el sujeto inspector entoda su extensión, así como por la escasa determinación de algunastareas.La investigación delinea y bosqueja algunos de los esenciales valorestípicos del inspector en su praxis diaria. Así, el texto se detieneespecialmente en la prudencia y la equidad como ejes de la éticainspectora o en la colegialidad como paradigma de las distintasactuaciones. Con estas coordenadas se vislumbra el campo moral deactuación de la inspección como una suerte de burocracia con alma, ungesto que exige un singular plus moral, típico del trabajo supervisor.

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