Críticas para Le Chat Noir
Este libro supone la primera prueba de cómo Léon Bloy adquirió su fama como «verdugo de la literatura contemporánea». En este tempranopanorama crítico, que marcó su salida a la palestra literariaparisina, y una auténtica demolición de la misma, Bloy alimenta ya lapropia leyenda de crítico intolerante, panfletario, dado al vituperioy «especialista de la injuria» -que diría Borges-. Entre sus derribos: Hugo, Zola, Renan, Mendès, Dumas padre, Jules Vallès, Richepin, elpintor Willette, el papa León XIII (entre sus «favoritos» siempre)...y una caterva de personajes hoy de segundo orden, pero entonces losuficientemente notables como para ejercer un silencioso castigo asemejante «niño terrible». La única tabla de salvación a ese tristesino de escritor abandonado, silenciado por la crítica, seráprecisamente su enorme talento literario, del que este libro es unbotón de muestra, y por el que hoy es considerado entre los mejoresprosistas de Francia.
De un expero en demoliciones, publicado originalmente en 1884, reúnelas colaboraciones de Léon Bloy en Le Chat Noir, órgano artístico yliterario del famoso cabaret homónimo, el Gato Negro, símbolo delParís modernista de finales del siglo XIX. Bloy, conocido ya por sucatolicismo intolerante y su talante radicalmente antimoderno, eraentonces capaz de convivir «en la más ecléctica de las redacciones» yen los ambientes de la vanguardia artística más radical, junto a suscolegas hydropatas, hirsutos o fumistas. De hecho, serán éstos los que se salven de la particular quema de este libro, «siempre y cuando nome toquen las narices».
Con prólogo y epílogo de Rubén Darío