«Ahora tenemos la oportunidad de conocer en nuestro idioma a una delas más importantes escritoras brasileñas».IVÁN THAYS, BabeliaEdgar Wilson trabaja en un matadero, donde se encarga de dar a lasreses el golpe de gracia. Desempeña su labor con pericia, sin hacerlas sufrir, y no solo porque eso endurecería la carne, sino porque es unhombre compasivo. Una mañana, mientras el dueño está de viaje, lamisteriosa desaparición de varias cabezas de ganado sorprende a losempleados, obligándolos a suspender el trabajo y emprender subúsqueda. Pero lo que en principio no parece ser más que un robo,termina siendo en realidad una suerte de inmolación, algo difícil decreer cuando es sabido que las vacas no se suicidan jamás,Con una escritura concisa y directa, esta impactante novela evidenciala permeabilidad de las fronteras entre lo animal y lo humano, a lavez que cuestiona el salvajismo de una sociedad que, paradójicamente,desprecia a quienes no son sino un engranaje indispensable en lafabricación de los alimentos que se ve obligada a consumir.