El adolescente Falcao se refugió en la fe y en la Iglesia evangelista para superar una grave lesión. Balotelli fue adoptado por una familia de Brescia y renegaba del color de su piel. Ibrahimovic creció en un conflictivo gueto de Suecia. Diego Costa trabajaba en la frontera con Paraguay comprando productos electrónicos que luego revendía. Ribéry sufría burlas continuas por la cicatriz de su cara. La carrera de Luis Suárez fue salvada por el amor.