Contar historias es un arte. El buen narrador hace que unas humildespalabras pinten paisajes o pongan música a insólitas aventuras. Alescuchar una historia entramos en el corazón de sus personajes, reímos y lloramos con ellos. Las buenas historias se convierten así encalladas maestras de nuestra vida. Todo eso es Cuéntame la Biblia. Sus sugestivos dibujos y textos ayudan a descubrir el fascinante universo bíblico y a participar de las experiencias de sus protagonistas.Pero, sobre todo, en Cuéntame la Biblia resuena la risueña voz deDios, que se empeña en convencernos, por todos los medios, de suinfinito amor.
Contar historias es un arte. El buen narrador hace que unas humildespalabras pinten paisajes o pongan música a insólitas aventuras. Alescuchar una historia entramos en el corazón de sus personajes, reímos y lloramos con ellos. Las buenas historias se convierten así encalladas maestras de nuestra vida. Todo eso es Cuéntame la Biblia. Sus sugestivos dibujos y textos ayudan a descubrir el fascinante universo bíblico y a participar de las experiencias de sus protagonistas.Pero, sobre todo, en Cuéntame la Biblia resuena la risueña voz deDios, que se empeña en convencernos, por todos los medios, de suinfinito amor.