Vera Sigall y Horacio Infante -ya octogenarios- están unidos por un amor de juventud y por la obsesión que ambos tienen por las palabras. También por un lazo misterioso que dos jóvenes, Emilia y Daniel, intentarán desentrañar. Sin embargo, este no es el único enigma en sus vidas. Una mañana de agosto, Vera Sigall cae por las escaleras de su casa y queda en coma. Al principio, la noción de que su caída no fue un accidente, aparece como una mera sospecha en la mente de Daniel. Pero con los días y las semanas, la duda irá creciendo hasta volverse una certeza. En algún lugar del planeta hay alguien que carga con su muerte. Pero ¿quién? ¿Por qué? Emilia y Daniel, antes desconocidos el uno para el otro, se encontrarán en esta búsqueda de la verdad, pero sobre todo, en la necesidad de entender sus propias fracturas. Emilia padece un particular mal que le hace imposible tener contacto físico con los demás, mientras que Daniel carga con un matrimonio que se viene abajo. Las vidas de Vera, Horacio, Daniel y Emilia se entrecruzarán una y otra vez, sacando a la luz los más ocultos secretos.
El Premio Nobel de Literatura, J.M. Coetzee dijo sobre la obra de Guelfenbein «sutil, lúcida y compasiva».
