Lejos queda ya el verano en el que Elisabeth Sturm descubrió elpeligroso mundo de los ladrones de sueños, el verano en el que seenamoró de uno de ellos. Hace meses que Colin desapareció, y Elliesobrevive atormentada a un invierno que no quiere acabar nunca. Losdías se suceden con monotonía, y por la noche tiene pesadillas que ladejan agotada.
Para intentar pensar en otra cosa, Ellie se marcha a Hamburgo a ver asu hermano. Pero apenas lo reconoce: parece agotado y angustiado, como si quisiera ocultar algo. Cuanto más se introduce en el mundo de Paul más le invade a Ellie una sensación de amenaza, y de pronto ya nosabe en quién puede confiar. Ignora que su preocupación por Paul y suamor por Colin podrían herirla más que el peor de los sueños...