Conciencia y verdad son dos palabras que casi siempre se encuentranbien juntas y se refuerzan mutuamente, porque la conciencia pone enprimer plano la libertad de la persona y la verdad le da orientación y horizonte a esa libertad. Y entre ambos términos el discernimientotiene su hogar natural, pues discernir recibe su sentido si se dirigea la verdad desde lo más nuclear de la persona, así entendemos que nosolamente sea distinguir el bien del mal, sino elegir el bien que secorresponde con la voluntad de Dios en lo concreto de la existenciapersonal. Este libro quiere ser un servicio eclesial en conjunción con el magisterio de un papa que se está entregando en cuerpo y alma adesatar nudos en la Iglesia, afrontando la renovación deprocedimientos, costumbres, prácticas, creando puentes y poniéndonosen tensión hacia la profundidad de la vida, la alegría del Evangelio y la centralidad de la misericordia en las obras y palabras de Jesús.