Comentar el evangelio de Mateo es una empresa fascinante, pero a lavez ardua, porque nos lleva hasta los tiempos de la gran crisis quegolpeó al judaísmo con la caída del templo de Jerusalén (70 a. C.).Fue en aquel entonces cuando Mateo buscó una salida de esa difícilcoyuntura a través de la presentación del movimiento mesiánico deJesús de Nazaret. Aunque no es fácil comprender esa situación crítica, los autores de este comentario han tratado de recorrer este laborioso camino con pasión, estimulados por la actualidad permanente delEvangelio, que puede abrirnos un nuevo enfoque de la historia ennuestra actualidad, también conmocionada por las crisis.