CÓLERA

CÓLERA

$27.490
IVA incluido
Sujeto a Disponibilidad de Proveedor
Editorial:
FELGUERA
Año de edición:
ISBN:
978-84-122610-4-2
Páginas:
176
Encuadernación:
Rústica
Idioma:
Castellano
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El relato más desgarrador e inaudito del antiguo Madrid azotado por el cólera, un «viaje de exploración», anterior a Baroja y Galdós, quenos descubre unos suburbios peligrosos y hacinados en los que viven«nueve seres humanos en menos espacio, quizás, que el que concede latierra a nueve ataúdes» Mucho antes de que lo hicieran Benito Pérez Galdós o Pío Baroja, elintrépido periodista Julio Vargas visitó los tremebundos barrios bajos de Madrid, también conocidos como «tenebrosos», los arrabales ysuburbios de una capital con una densidad de población mayor que la de Londres o París y diezmada por una terrible epidemia de cólera, cuyas similitudes con la actual pandemia y su manera de gestionarlaresultan pavorosas. Su crónica es inédita. La ciudad es muy distinta a como será en breve. El valor de su exploración es enorme. De hecho,no elige la palabra «exploración» de forma caprichosa. Visita esoslugares como un aventurero que marcha hacia terra ignota y, alregresar, cuenta cosas increíbles. Penetra en las casas, habla con los vecinos, se tapa la nariz ante los indescriptibles hedores de pozosnegros e inmundicias, y se horroriza ante viviendas con «nueve sereshumanos en menos espacio, quizás, que el que concede la tierra a nueve ataúdes». Lo que nos narra Vargas es desgarrador. Usa una y otra vezla palabra «invasión» para referirse a los casos de cólera. Loscuerpos y las casas son constantemente «invadidos», donde los vecinos, hacinados, no son más que «un montón de carne» propicia para el azote del Ganges. Todavía los cuerpos esperan la llegada del carro de losmuertos. Su testimonio tiene un valor enorme. Describe, como nunca sehabía hecho ni se haría después, la vida y el modo de organización delas legendarias lavanderas del Manzanares, visita La Prosperidadcuando el barrio no es más que un puñado de casas, se despeña paraalcanzar los famosos poblados chabolistas de las Injurias y lasCambroneras, mientras operarios del ayuntamiento, envueltos en trajesde aislamiento, desinfectan todo lo que encuentran a su paso y élpregunta a los vecinos qué tal viven. Uno de ellos, resignado, leresponde: «Aquí, señor, se vive de milagro».