Vivimos pegados a la pantalla, sometidos a los cantos de sirena de latecnología digital: redes sociales, entretenimientos a la carta y unflujo constante de estímulos online compiten sin tregua por captarnuestra atención. En la era del exceso informativo, la atención hapasado a ser un bien escaso y codiciado por las grandes empresastecnológicas. ¿Cómo afecta este fenómeno a nuestra autonomía y nuestra libertad? ¿Cómo podemos oponer resistencia a la colonización denuestra mente? Con un pie en la antigua Grecia y el otro en SiliconValley, Clics contra la humanidad arroja luz sobre uno de losproblemas más urgentes de nuestro tiempo.James Williams, que fue estratega de Google antes de estudiarfilosofía en Oxford, afirma en este ensayo que los sistemasinteligentes de persuasión que condicionan nuestro pensamiento ynuestra conducta constituyen una grave amenaza para la libertad y lademocracia. En vez de ayudarnos a alcanzar nuestras verdaderas metasvitales, las tecnologías digitales desvían y explotan nuestraatención, aprovechándose de nuestras vulnerabilidades psicológicas.Hace demasiado tiempo que minimizamos los trastornos resultantes,descartándolos como simples "distracciones" o molestias menores. Sinembargo, son mecanismos que socavan la voluntad humana, cuyos efectospueden ser irreversibles si no actuamos a tiempo.