En las primeras películas de Chaplin nadie decía ni pío. Normal,porque eran mudas. Aunque hubiera dado igual que los actores sepusieran a hablar por los codos: los espectadores no paraban de reír y no hubieran oído media palabra. Para que no les doliera la tripa contantas carcajadas, de vez en cuando Chaplin les daba un descanso... ylos hacía llorar a moco tendido. Era capaz de hacer cualquier cosa con tal de que no se aburrieran. íHasta de merendarse un zapato!