Las grandes empresas tecnológicas se encuentran en una posiciónenvidiable: durante casi dos décadas han utilizado las másextravagantes fórmulas de extracción de datos a bajo precio, y en este momento pocas instituciones, incluidas las gubernamentales, puedencompetir con ellas. Paradójicamente, han recibido numerosas ayudasgubernamentales así como fondos militares del Pentágono einstituciones similares y ahora van a vender el fruto de esas ayudas a los gobiernos y a los contribuyentes a precios elevados. No pareceprecisamente una transición a algún modelo de poscapitalismo.