Almudena Cid comparte sus herramientas para avanzar con equilibrioante los giros de la vida.En Caminar sin punteras habla de cómo, cuando el centro de tu vida sedesmorona, recurrir a su experiencia como deportista de elitela salvó de quedarse esperando a que algo aliviara el dolor. Cuandotuvo que mirar atrás y encontrar el modo de hacer frente al caos,regresaron con más presencia que nunca la disciplina y la fuerzamental que desarrolló en su carrera como gimnasta.La naturaleza metafórica de los aparatos propios de la rítmica -cinta, cuerda, mazas, pelota y aro- irrumpió tambien con toda subelleza, para recordarle lo que aprendió de ellos y cómo aprovecharlopara construir con cimientos más sólidos.En estas páginas Almudena comparte, con gran honestidad y empatía, elcamino que ella misma ha transitado el último año para ayudar atodas esas personas dispuestas a tomar las riendas de su presente.Habla de cómo el final de un amor puede ser a veces la mejor noticia.De cómo es posible encontrar fuerzas donde no creías, y cómopuedes redescubrirte a ti misma mientras tratas de deshacer el nudo en el que se ha convertido tu vida.