Las hadas y las brujas son diferentes, y no es necesario aclarar quejuegan a juegos diferentes. Las brujas disfrutan con los juegos debrujas, como convertir a los príncipes en sapos. Y las hadas prefieren los juegos de hadas, como convertir a los sapos nuevamente enpríncipes. Y luego está Clotilde, cuyo sombrero es demasiadopuntiagudo para que sea una bruja, pero a diferencia de los de lashadas, no está decorado con estrellas. La autora italiana EvaMontanari nos ofrece una mágica y tierna historia sobre la posibilidad de convivir y compartir a pesar de ser diferentes, sobre lo positivode la mezcla frente a las divisiones que provoca la voluntad de lapureza. Este cuento de hadas nos habla de estrellas y de seresmágicos, pero también nos invita a conversar con los más pequeñossobre cómo podemos construir una sociedad más tolerante.