BOBBY FISCHER

BOBBY FISCHER

-20%
$29.275
$23.420
IVA incluido
Importado Despacho 12 a 20 días hábiles
Editorial:
(084) LA CASA DE AJEDREZ
Año de edición:
ISBN:
978-84-92517-19-0
Páginas:
144
Encuadernación:
Otros
Idioma:
Castellano
-20%
$29.275
$23.420
IVA incluido
Importado Despacho 12 a 20 días hábiles

Mijail Tal describiría de forma certera los rasgos que caracterizabanal joven jugador americano: "En Zurich ya no era fácil jugarcontra el Fischer de dieciséis años. Su increíble voluntad de ganar ysu nivel de juego, que había mejorado sensiblemente, hacían deél un peligroso oponente para cualquiera. A Fischer no le gustaban las tablas fáciles y luchaba hasta que el material desaparecía porcompleto. Contra el participante más veterano, el Gran Maestro húngaro Gedeon Barcza, Fischer no tenía ventaja, pero al nocontentarse con las tablas, la partida se prolongó hasta la jugada103. Se aplazó en tres ocasiones, los jugadores cubrieron dosplanillas, pero incluso cuando sólo quedaban los reyes sobre eltablero, ¡Fischer realizó dos jugadas más! ¡Tablas! Anonadado por unasalto tan fanático, Barcza apenas podía levantarse de la silla, peroRobert dijo, como si nada: 'Echemos un vistazo desde la primerajugada. ¡Seguro que en algún momento podía haber jugado mejor!'.Entonces, Barcza le imploró: 'Por favor, apiádate de mí, que tengomujer e hijos. ¿Quién los alimentará si muero antes de tiempo?'."

Mijail Tal describiría de forma certera los rasgos que caracterizabanal joven jugador americano: "En Zurich ya no era fácil jugarcontra el Fischer de dieciséis años. Su increíble voluntad de ganar ysu nivel de juego, que había mejorado sensiblemente, hacían deél un peligroso oponente para cualquiera. A Fischer no le gustaban las tablas fáciles y luchaba hasta que el material desaparecía porcompleto. Contra el participante más veterano, el Gran Maestro húngaro Gedeon Barcza, Fischer no tenía ventaja, pero al nocontentarse con las tablas, la partida se prolongó hasta la jugada103. Se aplazó en tres ocasiones, los jugadores cubrieron dosplanillas, pero incluso cuando sólo quedaban los reyes sobre eltablero, ¡Fischer realizó dos jugadas más! ¡Tablas! Anonadado por unasalto tan fanático, Barcza apenas podía levantarse de la silla, peroRobert dijo, como si nada: 'Echemos un vistazo desde la primerajugada. ¡Seguro que en algún momento podía haber jugado mejor!'.Entonces, Barcza le imploró: 'Por favor, apiádate de mí, que tengomujer e hijos. ¿Quién los alimentará si muero antes de tiempo?'."

Otros libros del autor