Esta política económica, que, contra la general oposición eincomprensión de los partidos políticos (incluido el partido delpropio Erhard), los sindicatos, los empresarios, consiguió transformar en unos años a un país hundido y destrozado por la guerra en una delas primeras potencias de la economía mundial, tuvo una decid ida ycoherente inspiración en los principios de la libertad y de laeconomía de mercado. Como dice el profesor Jürgen B. Donges en elprólogo de esta nueva edición española, Erhard era intelectualmente un liberal, se sentía adicto a las doctrinas de Alexander Rüstow, Walter Eucken, Franz Böhm y Friedrich A. Hayek, creía en la iniciativaprivada, desconfiaba del Estado omnipotente, veía en el mercado y lacompetencia el motor del progreso económico+.