Nunca se fue, pero ahora ha vuelto. Si, en la primera entrega de susdesventuras, Henry Bech arrastraba su triste pero también cómicafigura por los mortecinos países de la órbita soviética, en ésta, yacumplidos los cincuenta y empezando a peinar canas, sus andanzas lellevan a impartir peregrinas conferencias sobre literatura enpintorescas capitales del Tercer Mundo, a promocionar su obra entelevisiones australianas, a recorrer Tierra Santa y las Highlandsescocesas con su esposaà Sí, con su esposa, porque el narcisista yrijoso Bech ha acabado casándose con Bea (una ex, hermana de otra ex)y se ha instalado con ella y sus tres hijos en unas afuerasresidenciales. Allí consigue completar por fin la novela en la quellevaba trabajando durante quince años de sequía creativa. Einesperadamente, da la campanada y su éxito le devuelve al centro delmundillo literario. A lo mejor todo es vanidad, pero no hay mal quecien años dure.John Updike (Shillington, Pennsylvania, 1932-BeverlyFarms, Massachusetts, 2009) es uno de los grandes maestros de lanarrativa norteamericana contemporánea, autor de una vasta obra queabarca poesía y ensayo, narración breve y novela. Galardonado en dosocasiones con el Premio Pulitzer (1982 y 1991) y en una con elAmerican Book Award (1982), se le considera uno de los más ácidoscronistas de la sociedad estadounidense de la segunda mitad del sigloXX. Tusquets Editores ha publicado un total de diecinueve obras deeste autor, entre ellas Un libro de Bech, el primer título de latrilogía protagonizada por el mordaz y tierno alter ego apenasdisimulado del propio Updike. En esta segunda entrega, Bech trasteapor la vida como bien puede, cargado de miedos y dudas, pero tambiénde un sentido del humor que lo hace todo más llevadero. Un libro parareírse de nuestras pequeñas -o grandes- miserias y esperanzas, escrito con la lucidez de un genio de la literatura contemporánea.