Durante décadas, Bangkok no era más que una escala necesaria antes dellegar a las islas, pero hoy la ciudad es un destino por derechopropio. La urbe actual sorprende al viajero con su jungla urbana ysoberbia oferta culinaria y noctámbula. La diversión no está reñidacon la cultura (turismo histórico y cursos de cocina o meditación).Además, los viejos distritos de Bangkok conservan el sabor y elencanto del pasado.