La palabra «América» está llena de reminiscencias, nos sugiere a lavez las civilizaciones desaparecidas, los conquistadores, lospuritanos y los franceses «madereros», los esclavos y losfilibusteros, los gauchos, los plantadores, los inmigrantes quedesembarcaron en Nueva York, los «barones del café» brasileños, losindios que cultivan la coca...El continente americano se hace acreedor de su nombre de «Nuevo Mundo» cuando nos referimos a sus pueblos.Todos ellos son el resultado de la fusión de poblaciones en su mayoría procedentes de otros lugares. El Atlas de los pueblos de Américanarra su historia: a los indios (olmecas, mayas, aztecas, incas), quefueron los primeros en llegar, se les sumaron los colonizadoreseuropeos, los africanos desembarcados allí como esclavos y,finalmente, inmigrantes de muy diversas procedencias. Tal es la razónpor la que cada una de las treinta y seis naciones independientes deAmérica presenta un perfil propio.Con un relato desenvuelto y casisetenta mapas originales, indispensables para la comprensión de losprincipales hechos históricos, el Atlas de los pueblos de América pone de manifiesto una especificidad americana que, desde Quebec hastaChile pasando por Cuba y Bolivia, desborda la simple división entreNorteamérica y Latinoamérica.Jean Sellier, geógrafo e historiador, esautor del Atlas de los pueblos de Africa y Atlas de los pueblos delAsia meridional y Oriental, ambos publicados por Paidós.