Este libro brinda una reflexión sobre los múltiples significados de la civilidad como código social y como aspiración individual en el siglo XVIII, desde una perspectiva que combina la historia social eintelectual, la historia de género y el enfoque biográfico. Para ellose pone en juego una diversidad de fuentes que va desde los tratadosnormativos a las autobiografías y los relatos de viajes. Desbordandoexplicaciones funcionalistas que se interesan tan solo por el papel de la urbanidad como expresión y producción de jerarquías sociales, seinterroga sobre las tensiones que encierra en tanto que ideal de vida, sobre la circulación de libros e ideas y la apropiación que autores,traductores y lectores de ambos sexos hicieron de los modelos, sobresu valor como código compartido y como vehículo de comunicación entreindividuos en contextos culturales dispares.