Hoy todo el mundo habla de acompañamiento: padres, educadores,sacerdotes, terapeutas... Cada vez son más los que reconocen laimportancia del acompañamiento, pero no todos utilizan esta palabracon el mismo significado. Acompañar es una tarea connatural al serhumano, porque acompañar es una forma de amar, pero tambiéne es unarte que hay que aprender. Y se requiere algo más que buenavoluntad.Este libro, con su profundización en el acompañamiento en la vidacristiana puede ser una herramiento perfecta para todos aquellos quetrabajan en espiritualidad, pastoral vocacional, familiar, de la salud o apostolado seglar.