A este zorro le gustan mucho los libros, tanto le gustan que se loscome. Así comprueba que le alimentan de verdad y que vive feliz siconsigue aprovisionarse de muchos. Pero los libros se agotan y con las revistas y los folletos turísticos no siente el mismo gusto. Cuandono le queda más remedio que robar libros para comer, le detienen y enla cárcel todo parece haber llegado a su fin. Pero el carcelero leayudará a encontrar una solución para su hambre de libros. Será muydivertido comprobar que ser devorador de libros puede conducir a serescritor de libros. Todo contado con mucho humor y divertidasilustraciones.