«Un escritor es alguien que presta atención al mundo», expuso SusanSontag en su discurso de aceptación del Premio de la Paz que le otorgó la Asociación de Libreros Alemanes en 2003, y nadie sirvió de mejorejemplo de esta definición que ella. La inteligencia incisiva deSontag, su brillantez expositiva, su profunda curiosidad por el arte,la política y la responsabilidad testimonial del escritor le hanasegurado un lugar entre las pensadoras y escritoras más importantesdel siglo XX. Al mismo tiempo reúne dieciséis ensayos y conferenciasescritos en los últimos años de su vida, cuando su obra era objeto dereconocimiento en el ámbito internacional, estos ensayos reflexionansobre la naturaleza liberadora de la literatura -su compromiso másprofundo-, sobre el activismo político y sobre la resistencia a lainjusticia como deber ético. Discurren sobre la obra de diversosescritores, desde el poco conocido novelista soviético Leonid Tsipkin(que pugnó por -y por fin logró- publicar su único libro unos díasantes de morir), hasta los grandes, como Nadine Gordimer, queacrecienta nuestra capacidad para el juicio moral.