Seré serio como el placer. La gente no sabe lo que dice. No hayrazones para vivir, pero no hay razones para morir tampoco. La únicaforma en que se nos permite manifestar nuestro desdén por la vida, esaceptarla. La vida no merece que nos tomemos la molestia deabandonarla. Podemos por caridad ahorrarsela a alguien, ¿pero anosotros mismos? La desesperación, la indiferencia, las traiciones, la fidelidad, la soledad, la familia, la libertad, la pesadez, eldinero, la pobreza, el amor, la falta de amor, la sífilis, la salud,el sueño, el insomnio, el deseo, la impotencia, la chatura, el arte,la honestidad, el deshonor, la mediocridad, la inteligencia, no hay ni para empezar. Sabemos demasiado bien que estas cosas son para tenercuidado.