Como si de un vinilo de 33 canciones se tratara, esta novela cuenta el día a día de un hastiado burócrata en una isla caribeña donde hay una constante verbalización: todos sus habitantes dicen lo mismo con distintas palabras; doce millones de discos rayados que se repiten una y otra vez. En el país nada funciona y a nadie parece importarle, pero el inconformismo del protagonista lo hace distanciarse de los que lo rodean y buscar una salida de esa isla asfixiante.
Una selección de relatos memorables, entre el absurdo, el humor y la emoción, completan este volumen, poderoso testimonio y retrato implacable de la vida en Cuba: uno de los tesoros mejor guardados de la literatura latinoamericana.