Chavela Vargas, chamana de la música, hablaba del poder sanador dealgunas canciones. De canciones que cierran heridas, que refrescansienes febriles y alivian dolores del alma.Y una de las técnicas de curación de los dolores de desamor esllevarlo a una expresión excesiva, desmesurada, hasta que, porsaturación, deja de sentirse como propio y real.Esa es la intención de este libro, que, como un vademécum de medicinas emocionales, ofrece sobredosis en la manifestación del dolor quesuavizan las grietas de los corazones desportillados. Esta selecciónde coplas, boleros, rancheras, tangos, chanson francesa, baladaitaliana, blues y pop-rock puede degustarse a través del simple placer de la lectura de sus letras, que son desgarradoras poesías de amorinfeliz, o utilizarse como guía de audición de las diferentesversiones que se han grabado, en las que la música multiplica su poder de sanación.